viernes, 25 de enero de 2008

FLORA Y FAUNA DE TAILANDIA




Las junglas y zonas pantanosas se reparten por todas las áreas costeras de Tailandia y cuentan con enormes zonas de árboles tropicales, entre los que se encuentran manglares, juncos de Indias, ébano y distintas especies de madera de gran resistencia, como el mezquite, el palosanto y el palo de rosa. Las zonas de las tierras altas y de las mesetas cuentan también con bastantes especies de árboles, destacando la teca (un tipo de árbol resinoso), el agalloch y el roble, junto con una gran variedad de plantas y árboles frutales tropicales como orquídeas, gardenias, hibiscos, plátanos, mangos y cocos.

Entre las especies animales está el elefante, que se utiliza como animal de carga, además de cuadrúpedos como rinocerontes, tigres, leopardos, gaures o bueyes salvajes, gibones y búfalos. El gato siamés es, como su nombre indica, originario de Tailandia. En el país hay más de cincuenta clases de serpientes, entre las que se encuentra una gran variedad de especies venenosas. Los cocodrilos también son muy numerosos, así como distintas familias de aves y peces.

Tailandia posee una gran riqueza de flora y fauna, pero esta maravilla natural está cada vez más amenazada. Aunque los bosques cubrían casi la mitad del país a mediados del siglo XX, las elevadas tasas de deforestación han reducido este porcentaje al 28,9% en el 2000. Muchos hábitat de flora y fauna salvaje están desapareciendo a medida que se limpia el suelo por motivos de tala comercial o uso agrícola, y 193 especies se encuentran en peligro de extinción. La caza también ha contribuído a esta pérdida de especies.

La zona que rodea Bangkok, capital de Tailandia y ciudad de rápido crecimiento, padece contaminación de aire y agua como resultado de la congestión del tráfico y los residuos industriales. Sin embargo la población del país sigue siendo principalmente rural y sólo el 20% (2002) de las personas viven en zonas urbanas. Aproximadamente el 13,8% (2000) de Tailandia se encuentra protegido como parques y otras reservas naturales, y desde 1989 el Gobierno se ha esforzado por reforestar grandes áreas dañadas por inundaciones, riadas y deforestación.

La captura de peces en Tailandia se encuentra entre las mayores del mundo, pero no es sostenible a largo plazo. Hay muchas especies de peces cuya población ha descendido muchísimo. Gran parte de los hábitat de humedales del país, tanto interiores como costeros, han sido destruidos por el rápido desarrollo de la acuicultura, el cultivo controlado de peces y crustáceos. También se han visto dañadas por la erosión las vertientes boscosas.

Tailandia es miembro de tratados internacionales relativos al cambio climático, especies en peligro de extinción, conservación de la vida marina y bosques tropicales.

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